San Diego, California, 24 de marzo 2023 – Para Adam Young, predecir la erosión de los acantilados es un sueño hecho realidad.
Young es investigador del Instituto Oceanográfico Scripps de la UCSD y parte esencial del equipo que estudia los acantilados costeros de San Diego utilizando datos lidar procedentes de una avanzada tecnología de imagen láser.
“Podemos hacer mapas de muy alta resolución de la costa que antes no podíamos hacer, y ver pequeños cambios. Si se cae una roca, podemos ver mapas muy detallados que antes no podíamos ver”, explicó Young.
Es un paso en la dirección correcta en lo que respecta a la previsión, pero lejos, como describió Young, del objetivo final.
“Si transcurren 5 años entre un estudio y otro, es muy difícil encontrar los procesos que provocan la erosión”.
La financiación para el equipo de Young sólo cubre las pruebas anuales para el tramo costero de 25 millas entre Carlsbad y Torrey Pines.
Actualmente está trabajando en un programa cartográfico para que los equipos lidar recojan datos en todo el estado cada año. Mientras tanto, su equipo también está esperando los permisos para utilizar un nuevo sensor de deformación de fibra óptica que estudiaría el movimiento del suelo dentro del acantilado para ayudar a detectar un corrimiento de tierras antes de que se produzca.
Este invierno se registraron olas históricamente grandes, de hasta 35 pies, a lo largo de las playas de Torrey Pines. Con una docena de ríos atmosféricos azotando el sur de California y el aumento del nivel del mar, Young afirmó que las infraestructuras de nuestra costa seguirán estando amenazadas en el futuro.
Recientemente, uno de los sensores de Young rastreó un movimiento activo en el farallón costero de San Elijo. Tras monitorizarlo, el acantilado acabó derrumbándose, lo que demuestra que sus herramientas funcionan a su favor.
Reportero: Vanessa Paz