San Diego, CA – 13 de agosto de 2025 – En medio de una creciente preocupación por el futuro de la seguridad alimentaria en California, el senador Adam Schiff visitó el Jacobs & Cushman San Diego Food Bank este martes para conocer de primera mano el impacto que tendrá la recién aprobada ley HR 1, también conocida como “The Big, Beautiful Bill”.
La ley, firmada por el presidente el 4 de julio, introduce cambios drásticos al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), conocido en California como CalFresh. Expertos advierten que estas modificaciones tendrán consecuencias devastadoras para las personas y familias que enfrentan inseguridad alimentaria en la región.
Un golpe directo a la asistencia alimentaria
Con la reducción de beneficios federales, organizaciones como el Banco de Alimentos de San Diego ya están observando un aumento significativo en la demanda de asistencia. “Cuando disminuyen las inversiones federales en programas contra el hambre, vemos un incremento inmediato en la necesidad: más personas en fila, más solicitudes, y menos recursos disponibles”, indicó un portavoz del banco.
Actualmente, el Banco de Alimentos atiende a más de 400,000 personas mensualmente y distribuyó el año pasado cerca de 52 millones de libras de alimentos. Sin embargo, ya enfrenta dificultades debido a la cancelación de entregas federales y la eliminación de programas que facilitaban la distribución de productos frescos.
Impacto económico y social en San Diego
Las repercusiones de HR 1 van más allá de la alimentación. SNAP es considerado uno de los estímulos económicos más efectivos, ya que por cada dólar invertido se generan $1.79 en actividad económica local. En el condado de San Diego, el 60% de las comidas distribuidas por organizaciones de ayuda provienen de CalFresh.
La pérdida de estos beneficios podría traducirse en una caída de $12.4 millones en fondos SNAP, lo que representaría una pérdida económica de $22.2 millones para la región. Más de 67,000 sanDieganos —el 17% de los beneficiarios actuales— están en riesgo de perder su acceso a estos recursos esenciales.
Cambios clave de HR 1
Entre los aspectos más preocupantes de la ley se encuentran:
- Traslado del costo a los estados: A partir de 2028, los estados deberán cubrir el 75% de los costos administrativos del programa y contribuir directamente a los beneficios alimentarios.
- Eliminación de exenciones críticas: Grupos vulnerables como veteranos, personas sin hogar y jóvenes ex tutelados perderán exenciones de requisitos laborales, lo que afectará solo en California a 115,000 veteranos.
- Requisitos más estrictos: Se amplían los límites de tiempo y las exigencias de trabajo a adultos de 18 a 64 años, incluidos padres de niños mayores de 14. Estas nuevas reglas podrían impactar a más de 670,000 personas en todo el estado.
- Congelamiento de beneficios: Se establece un tope al valor de los beneficios diarios en $6.20, además de recortar los fondos para el programa TEFAP, que apoya directamente a los bancos de alimentos.
Un llamado urgente
Durante su visita, el senador Schiff destacó la labor del Banco de Alimentos y reconoció que organizaciones como esta no pueden llenar por sí solas el vacío dejado por la retirada del apoyo federal. “Estamos viendo un retroceso en protecciones que eran vitales para nuestra comunidad. No podemos permitir que quienes más lo necesitan sean abandonados”, expresó.
El Banco de Alimentos de San Diego reafirmó su compromiso de seguir atendiendo a la comunidad, pero dejó claro que sin apoyo federal, no será posible cubrir la creciente demanda. En un momento en que la distribución de alimentos frescos se reconoce como una prioridad nacional, la eliminación de los programas que facilitaban su acceso pone en riesgo tanto la salud como el bienestar de cientos de miles de californianos.