San Diego, California — Botellas de vidrio, bolsas de plástico, chatarra metálica y hasta tanques de helio. Estos son solo algunos de los artículos encontrados en los botes verdes durante un programa piloto de remoción de desechos contaminantes llevado a cabo por el Departamento de Servicios Ambientales de la Ciudad de San Diego.
La iniciativa, denominada “Follow the Compost Pile” (Sigue la pila de composta), tiene como objetivo identificar y eliminar materiales no permitidos en los botes de residuos orgánicos. El programa también busca mejorar la calidad del compost producido en el centro Miramar Greenery, donde se procesan estos desechos.
Desde que en 2023 se expandió el servicio de recolección de residuos orgánicos, más de 200,000 residentes han empezado a desechar restos de comida y residuos de jardinería en sus botes verdes. Esta participación ayudó a aumentar el volumen recolectado de 142,297 toneladas en 2023 a 194,310 en 2024.
No obstante, aún persisten errores en cuanto a qué materiales deben depositarse en estos contenedores. Aunque el centro de compostaje en Miramar cuenta con procesos mecánicos para separar contaminantes, el programa piloto incorporó también una fase de clasificación manual, conocida como picking, para retirar los desechos incorrectos antes del procesamiento.
Este trabajo fue realizado por personas en proceso de reintegración laboral a través de una colaboración con el East County Transitional Living Center, organización que apoya a personas en situación de calle. Durante dos semanas, los contaminantes fueron identificados, pesados y removidos manualmente. Aunque la recolección de datos finalizó el 20 de agosto, se requerirán varias semanas para su análisis.
“Si logramos implementar este proceso de forma permanente, podríamos reducir los contaminantes desde el inicio, mejorar la eficiencia operativa y generar un compost de mayor calidad para la comunidad”, afirmó Jennifer Winfrey, subdirectora asistente del Departamento de Servicios Ambientales.
Además, la Ciudad relanzará este otoño una campaña educativa multilingüe financiada por CalRecycle, con el propósito de informar a los residentes sobre el reciclaje orgánico. La descomposición de desechos orgánicos en vertederos produce metano, un gas de efecto invernadero 84 veces más potente que el dióxido de carbono. De hecho, los desechos orgánicos representan el 20% de las emisiones de metano en California.
Uno de los errores más comunes detectados es el uso de bolsas plásticas en los botes verdes. “Incluso una sola bolsa, aunque diga que es compostable, puede desintegrarse en miles de diminutos fragmentos plásticos”, advirtió Winfrey.
El reciclaje de residuos orgánicos es obligatorio en California bajo la Ley SB 1383, que exige la reducción de estos desechos en los vertederos. Entre los artículos permitidos en los botes verdes se incluyen restos de comida (como cáscaras de frutas y verduras, huesos y café molido) y residuos de jardín (como pasto o ramas). Una guía detallada sobre qué se puede reciclar está disponible en línea en cuatro idiomas, y opciones adicionales para reciclar artículos voluminosos o electrónicos se pueden consultar en WasteFreeSD.org.











