La actriz australiana Nicole Kidman y su esposo, el músico Keith Urban, fueron víctimas de un robo en su residencia de Los Ángeles. Este incidente se suma a una serie de asaltos recientes a propiedades de celebridades en la ciudad.
Aunque la pareja no se encontraba en casa durante el robo, se reporta que los ladrones sustrajeron objetos de valor y pertenencias personales. Las autoridades locales están investigando posibles conexiones entre estos robos y han instado a las figuras públicas a reforzar sus medidas de seguridad.
Este suceso ha generado preocupación en la comunidad artística y ha reavivado el debate sobre la privacidad y seguridad de las celebridades en sus hogares.