Durante la séptima gala de eliminación de La Casa de los Famosos México, Galilea Montijo sorprendió con un atuendo que no solo destacó por su diseño, sino por su fuerte carga simbólica. El vestido fue creado por los diseñadores tapatíos Olmos y Flores, en colaboración con Jessica Marmolejo, su estilista de cabecera, y se convirtió en un homenaje visual a las raíces de la conductora nacida en Guadalajara.
El diseño, elaborado en cuero e inspirado en los trajes de charro y el arte del piteado, incluyó dos llamativas rosas bordadas que captaron la atención del público. Estas flores representan a la ciudad de Guadalajara, también conocida durante años como “la ciudad de las rosas”, y evocan tanto la tradición como la feminidad con la que Galilea suele presentarse en el escenario.
Más allá de la moda, este vestido fue pensado como una declaración de orgullo por el origen y la cultura mexicana. Marmolejo compartió en redes sociales que Olmos y Flores han tenido desde niños el deseo de rendir tributo a los íconos que hacen de Guadalajara una referencia de identidad, pasión y belleza. Y esta colaboración fue la oportunidad perfecta para reflejar esa visión en una noche clave del reality.